Hay árbitros míticos como el famoso Rafa no me j**** (del que a propósito sacarán una peli medio basada en él) o el también conocido (no sólo por su calva) Pierluigi Collini si hablamos de fútbol.
Pero los que más mérito tienen no son los conocidos sino los desconocidos: árbitros de patio de colegio, de ligas menores, de ligas de profesionales retirados (sin duda de las más duras). Estos son los que tienen que aguantar día tras día, semana tras semana, insultos y demás basura que le tiren encima. No tienen a nadie que les saque del campo ni escolta que les asegure su seguridad.
Por eso desde aquí quiero rendir un mini-homenaje a estos protagonistas maltratados que son los árbitros, porque sin ellos no habría juego, juez ni juicio.